BLAS INFANTE

BLAS INFANTE

Blas Infante nace el 5 de julio de 1885 en Casares, provincia de Málaga. Cursó sus estudios primarios en este pueblo en el que va descubriendo la triste situación de los jornaleros andaluces. A los diez años es trasladado a Archidona (Málaga) para estudiar el bachillerato. Posteriormente regresa a Casares, donde trabaja como escribiente de su padre en la secretaría del Juzgado Municipal. Su abuelo materno se encarga de alentarlo en su vocación intelectual y literaria.

Una vez terminado el bachillerato, se matricula por libre en las facultades de Derecho y Filosofía y Letras de la Universidad de Granada. En 1906 acaba sus estudios, licenciándose en Derecho con brillantes resultados. En estos años descubre la cultura de Al-Andalus, siendo para él una etapa de intensa formación filosófica e ideológica. En estos años realiza sus primeros viajes a Sevilla para acudir a los Juegos Florales (certámenes literarios en el que premiaban obras en prosa o verso) en el Ateneo Sevillano, a Córdoba y Madrid, y comienza su carrera como escritor.

En 1910 Blas Infante toma posesión de la notaría del municipio sevillano de Cantillana, de donde será notario hasta 1916. Durante este tiempo alterna su residencia entre Cantillana y Sevilla. En Sevilla abre algunos despachos de abogado y entra en contacto con intelectuales de la época, con los que participa en debates del Ateneo Hispalense. En este foro, en 1914 Infante presenta el “Ideal Andaluz”, obra que publica un año más tarde.

En 1916, funda el primer Centro Andaluz en Sevilla, del que será presidente. Este centro fue creado con la intención de ser un órgano de expresión de la realidad cultural y social de Andalucía.

Dos años más tarde se celebra la Asamblea de Ronda a propuesta de Blas Infante. Allí se asume la Constitución de Antequera de 1883 y se aprobaron el escudo y la bandera blanca y verde como símbolos para Andalucía.

En 1919, se redacta el Manifiesto del 1 de enero en Córdoba en el que se reivindica a Andalucía como nación. Entre 1920 y 1921, publica “Motamid, último rey de Sevilla”, “Cuentos de animales” y “La dictadura pedagógica”.

La instauración de la dictadura de Primo de Rivera (1923) le sorprende en Madrid. Comienza una etapa de represión política que tendrá como consecuencia el cierre de los Centros Andaluces. En 1924 se instala en Isla Cristina al adquirir la notaría de esta localidad. Blas Infante llama a este periodo su exilio interior ya que abandona la actividad política, concentrándose en su vida familiar y en investigar diferentes aspectos de la historia y la cultura andaluzas.

En esta etapa de investigación escribe “Orígenes de lo flamenco y secreto del cante jondo” en 1929 y comienza “Fundamentos de Andalucía”, obra autocrítica sobre las etapas pasadas que no llegó a finalizar. Durante estos años, Infante realizará algunos viajes fuera de Andalucía, destacando los que le llevan a Marruecos (a la tumba de Motamid), a Portugal y a Galicia.

En 1931, la caída de la Dictadura de Primo de Rivera proporciona una situación favorable para la proclamación de la Segunda República Española. Renace en Blas Infante la esperanza de que Andalucía pueda contar en breve con su autogobierno y se reconstituye el movimiento pro-estatuto con la creación de las Juntas Liberalistas. Este mismo año, se presentará a las elecciones en una candidatura republicana andalucista, acusada de preparar una insurrección armada para el día antes de las elecciones. Infante se defiende de las calumnias en el libro “La verdad sobre el Complot de Tablada y el Estado Libre de Andalucía”. También en este año forma parte, junto a Pascual Carrión, de la Comisión Técnica Agraria para la solución del problema de los latifundios. Infante comienza a construir su casa de Coria del Río, a la que llamó la Casa de la Alegría.

En 1933 se celebra en Córdoba una Asamblea de Municipios y Diputaciones en la que se aprueba el Anteproyecto de Estatuto de Autonomía. Pese a que el texto no le satisface plenamente, lo apoya con actitud crítica. Poco después se vuelve a presentar a las elecciones por Málaga. La derrota en las mismas lo llevará a un sentimiento de profunda decepción con los partidos políticos como vía para conseguir el autogobierno. Así lo plasmará en sus “Cartas Andalucistas” de 1935 y por ello compagina la actividad preautonómica con periodos de aislamiento y soledad.

En 1936, se crea Acción pro Estatuto Andaluz, un organismo que pretendía la constitución definitiva de la Autonomía en Andalucía. Todo marcha según lo previsto. En Cádiz se iza por primera vez la bandera andaluza. En Jerez es entrevistado en la radio para hablar del Estatuto y en Sevilla se coloca la bandera andaluza en el Ayuntamiento, pero en julio de ese mismo año estalla la Guerra Civil Española.

El 2 de agosto de 1936 varios miembros de Falange Española irrumpen en la casa de Blas Infante de Coria del Río, lo detienen y lo conducen a Sevilla para ser encarcelado. Finalmente es fusilado en la madrugada del 11 de agosto a la altura del kilómetro 4 de la carretera de Carmona. Estos acontecimientos, unidos al resultado de la contienda y a la idea que tenían los vencedores de cómo debería organizarse territorialmente el Estado Español, frustrarán toda esperanza de que el proyecto de Estatuto llegue a convertirse en una realidad.